Hola mis calabacitas!!! En el post de hoy , os quiero enseñar una pequeña muestra de una de las bodas que hizo mi chico como fotógrafo y a la que acudí como asistente de fotografía. Qué voy a deciros, mis calabacitas, me encantan todas las bodas, todas, todas, excepto la mía, jaja, que no lea esto el churry que se me enfada! no, no, era broma, ahora en serio calabacitas, las adoro, no me canso de observar todas las emociones y todos los sentimientos que se pueden no sólo sentir y compartir sino hasta palpar en ese maravilloso día.
Porque son tantas las miradas las que merecen ser nombradas, porque dicen que los ojos son el espejo del alma y es a través de los ojos cuando con las miradas se dicen mucho más que con mil palabras, porque son tantas frases de cariño las que merecen ser escuchadas, tantas sonrisas compartidas y entrelazadas, tantos abrazos sinceros que de amor llenan el alma...
Instantes preciosos grabados a fuego en el recuerdo, la dulzura de una madre al percatarse que su adorada niña se ha hecho grande, el amor de un padre para el que su niña seguirá siendo siempre su niña, los nervios del amante y amado novio, cuyos ojos resplandecen al ver a la amada y amante novia, camina hacia él como si todo se detuviera y todo cobrara sentido en ese preciso momento, porque llegados a ese punto, todo esfuerzo y sacrificio ha merecido realmente la pena, porque todo comienza a partir de ese día, todo permanece, todo se explica, todo encaja perfectamente, porque el amor se hace uno, se comparte, se cuida, se mima, se ofrece sin reproche, se estima, se valora como lo más importante de la vida, porque todo cobra el sentido que antes no tenía y porque sin ti me moriría...
Fotografía : Álex Álvarez Fotógrafo